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lunes, 25 de diciembre de 2023

Articulo GQ 'Jane Eyre' nunca va a dejar de estar de moda

 Fuente: https://www.revistagq.com/noticias/cultura/articulos/jane-eyre-novela-feminista/33749

Recopio:

'Jane Eyre' nunca va a dejar de estar de moda

El blockbuster victoriano de Charlotte Brontë, descrito en ocasiones como la primera novela feminista, sigue siendo una lectura fundamental. Analizamos las razones por las que esta autobiografía desafiante sigue fascinando a lectoras y lectores jóvenes de todas partes del mundo.
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Charlotte Brontë te recibe leyendo.

Getty Images

Cualquiera que necesite hacerse una idea del fenómeno editorial que supuso 'Jane Eyre' , segunda novela de Charlotte Brontë, en el momento de su publicación no tiene más que fijarse en lo que significa un estreno de Marvel hoy en día. Esta autobiografía (lo dice su propio subtítulo) desafiante fue recibida con tibieza u hostilidad por parte de ciertos sectores conservadores de la crítica, profundamente ofendidos por lo que percibieron como un mensaje anti-cristiano, pero el público la adoró desde las primeras semanas y, en cierto sentido, no ha dejado de apoyar a su heroína hasta nuestros días, en los que su nombre es sinónimo no sólo de tesoro literario, sino también de protofeminismodefensa de la subjetividad narrativa. Jane es muchas cosas para mucha gente en todo el mundo, hasta el punto de que no hace falta haber leído sus peligros y aventuras para entender perfectamente a qué nos referimos cuando hablamos de Lowood, Thornfield Hall o Mr. Rochester: ya sea gracias a sus numerosas adaptaciones o a una suerte de herencia cultural, el libro forma parte indisoluble de nuestro inconsciente colectivo.

Esta voluntad de éxito masivo estuvo escrita en la propia génesis del proyecto. Tras haber publicado una primera colección de poemas junto a sus hermanas Emily y Anne en 1846 (bajo el seudónimo de Currer, Ellis y Acton Bell), Charlotte Brontë sintió que era el momento de profesionalizar también su prosa, que había ido cultivando en diferentes cuentos privados, recopilados más adelante como juvenalia para brontófilos, desde que era pequeña. Unas doce editoriales rechazaron su primer intento, titulado 'El profesor' e inspirado en sus propias experiencias durante sus días en Bruselas, sólo que tamizadas por la voz de un narrador masculino. Resuelta a no volver a tropezar una segunda vez con la piedra del rechazo, Brontë concibió 'Jane Eyre' como un auténtico blockbuster victoriano, una máquina de movimiento perpetuo diseñada para satisfacer, estremecer y entretener desde la primera hasta la última frase. Una de las características que más llaman la atención en su relectura es su increíble atención no sólo al detalle, sino también a los aspectos más gráficos y evocativos de la historia : el tiempo atmosférico, el vestuario (sabemos exactamente qué lleva puesto Jane en cada pasaje), los sonidos, los ambientes que rodean a los personajes y, hasta cierto punto, influyen en sus conductas.

Al mismo tiempo, 'Jane Eyre' es una novela llena de ideas y observaciones sobre las realidades sociales de su época, luego ese prodigioso equilibrio entre sensación e intelecto podría ser la clave de la fascinación que nos produce recordar su argumento, lleno de giros, sorpresas y coqueteos con lo sobrenatural. Sobre todo, es la clave del propio personaje protagonista, una versión más o menos velada de su autora que, en esta ocasión, se permitió a sí misma no enmascarar su mirada tras un constructo masculino : de hecho, se incide en varias ocasiones en lo frágil, pálida y débil que es Jane, en una defensa abrasiva de su feminidad que, a la postre, la acerca al arquetipo de heroína gótica que en el fondo representa.

Sólo que Brontë opera bajo unas coordenadas diferentes a las de autores clásicos como Radcliffe o Walpole, pues no hay que olvidar que ella publica en 1847, cuando todos los aspectos de la vida social británica estaban sobrevolados por cierta ideal imperial. 'Jane Eyre' es, por tanto, un buen ejemplo de lo que podríamos definir como gótico colonial, algo que se percibe especialmente bien en el personaje de Rochester — su oscuro secreto, Bertha, resulta ser una mujer caribeña a la que prefiere mantener en las mismas sombras que envuelven el origen de su fortuna—.

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Jane y Edward Rochester dan un paseo por los alrededores de Thornfield.

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La relación romántica entre Jane y su byroniano empleador en Thornfield Hall fue, es y será uno de los grandes argumentos de venta para la novela, aunque las dinámicas de poder que ambos ponen en juego desde su primer encuentro son más complejas que un '50 sombras de Grey' para amantes del erotismo victoriano. Sobre el papel, Rochester (que insiste en ser llamado "master" por las mujeres a su servicio) parece ajustarse como un guante a la definición de vigor masculino que ejerce su influjo, situado en algún lugar fronterizo entre la pura atracción sexual y sensación de seguridad, sobre la fragilidad femenina representada por la protagonista, pero Brontë hace volar por los aires esa convención ya en su primer encuentro: el hombre tiene un accidente con su caballo y es la mujer quien acude a rescatarlo, en una diáfana inversión del cliché de la damisela en peligro que, para más inri, Rochester vuelve a encarnar al final de la novela, cuando Jane se ve obligada a salvarlo una segunda vez (en esta ocasión, de las llamas).

No obstante, lo que realmente cierra el trato amoroso entre ambos es más fuerte que unas quemaduras, una amputación o una ceguera: Jane no vuelve a él, y no se siente preparada para decirle que lo ama, hasta que no obtiene una  independencia financiera que, de alguna manera, le asegura que no va a acabar como su primera esposa, pero también que no tendrá que resignarse a ejercer de amante. El talento de Brontë no reside sólo en las sutiles pinceladas con la que va describiendo esa dinámica de poder siempre cambiante, sino también en la forma en que su protagonista masculino trasciende lo puramente byroniano y se acerca, a través de un sentido del humor retorcido que pocos analistas le reconocen, a algo más parecido al Satanás de Milton : un antihéroe imperfecto y, desde cierto punto de vista, aterrador, pero que nos aspen si ese carisma seco no resulta irresistible.

Desde luego, sabemos que es irresistible para Jane, pese a que en un primer momento decida escapar de él, abrumada por su lado oscuro. Y todo lo que ella piensa, siente o teme es, también, lo único que lo que la lectora o el lector puede pensar, sentir o temer, pues el nivel de inmersión que Brontë realiza en la psique de su narradora es absoluto. Esa ausencia de tan siquiera una pizca de distancia irónica con ella es algoque lleva siglos sin convencer a voces tan autorizadas como, por ejemplo, Virginia Woolf, quien siempre se mostró escéptica con los niveles casi sobrehumanos de agencia que la autora le confiere a su heroína.

Desde otro punto de vista, quizá esa sea la razón por la que 'Jane Eyre' suele ser un éxito infalible entre la adolescencia : escrita por una mujer recién ingresada en la treintena que miraba hacia atrás con ira, la novela es la máxima expresión del inconformismo y la rabia juveniles, donde cada capítulo se formula como una catarsis subjetiva contra el poder establecido. Así, Brontë no quiso atacar a la religión —es notorio que se encontrabla releyendo la Biblia y 'El progreso del peregrino' mientras escribía 'Eyre'— o el sistema educativo per se con el Instituto Lowood, pero sí a los niveles de hipocresía que ella misma había percibido en ciertos elementos pertenecientes a ambas instituciones. Su Jane, sublimación literaria de sus propios anhelos, es capaz de hacer lo que ella no pudo en la vida real: denunciarlos, enfrentarse a ellos, humillarlos, superarlos.

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Mrs. Reed, Mr. Brocklehurst y la pequeña Jane.

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Lo cual plantea la duda, aún lejos de haber sido resuelta por la academia, de si estamos ante la primera novela feminista de la historia o, por contra, ante un temprano ejemplo de marysuismo sin aplicación social significativa. Tarde o temprano, todos estos debates tienen que afrontar el elefante en la habitación. O, más concretamente, la loca en el ático. Hay ríos de tinta y toneladas de tesis doctorales dedicadas exclusivamente a analizar el papel de la primera mujer de Rochester en la trama: su relación con Jane, su relación con Edward, sus tintes étnicos, su enlace con la tradición gótica, su multiplicidad de subtextos. Quizá lo más interesante de Bertha sea su condición de figura brutalmente negativa, casi irredimible, dotada de una feminidad grotesca y aberrante que, sin embargo, rima con la forma en que Brontë pinta a su heroína, sobre todo en los primeros pasajes de la novela. Sí, todo el mundo recuerda cómo la loca es descrita siempre en términos animalescos, como si así se pretendiese negar de un plumazo su misma humanidad, pero Brontë también compara a la pequeña Jane con diferentes animales durante su infancia con la familia Reed. Por tanto, hay una patente conexión entre ambas mujeres.

La idea de Bertha como negativo especular de Jane Eyre, sumada a su nula dimensión psicológica y la cantidad de contradicciones —es, al mismo tiempo, responsable de su locura y víctima de una enfermedad congénita— que integran sus antecedentes, convierten a la loca del ático en un elemento problemático para el feminismo moderno. Hay, sin embargo, numerosos puntos a su favor, entre los que deberíamos destacar su carácter pionero en un terreno que, más adelante, sería explorado por escritores como Marcel Proust o James Joyce: la prosa del Yo, el triunfo de la subjetividad desencadenada, la autoafirmación de una protagonista que moldea a cada paso su propia realidad. No en vano, Daniel S. Burt describe a Charlotte Brontë como "la primera historiadora de la conciencia privada", lo que dota a su 'Jane Eyre' de una modernidad casi atemporal. He aquí una mujer que se impone a todas las convenciones sociales, figuras maternales, constructos limitadores y estigmas de género que sus circunstancias lanzan contra ella para, voilà,  conquistar un final feliz en sus propios términos. Como icono inspiracional, Jane Eyre no tiene precio. Ni rival.

hola

Mucho polvo por aquí, pero como no entra ni Dios que más da. Así que puedo frikear tranquilamente. 

Algo nuevo traeré  seguro, porque tengo una necesidad. ¿habéis tenido alguna vez, si os ha obsesionado algún tema, la necesidad de almacenar todo lo que encuentres sobre el mismo? Yo si, antes en mi niñez adolescencia todo esto era más fácil. Te limitabas a llenar carpetas con recortes, libros, alguna película... pero en la actualidad es tanta la información que; ¿cómo guardamos eso en una capeta física?. No se si me entendéis, pero me da lo mismo total estoy escribiendo para mi.

Bueno pues esta carpeta, va a ser este blog, para poder venir a el cuando a mi me de la gana y poder ojear todo aquello que encuentro por ahí y no me pase lo de siempre que lo veo y después ya no lo vuelo a encontrar. 

¿Hace falta que os diga el tema? Pues Jane Eyre por si no se había notado.


jueves, 2 de julio de 2015

Jane Eyre 1934

Titulo de la adaptación: Jane Eyre

Estados Unidos, 1934.
Dirigida por: Christy Cabanne
Intérpretes: Virginia Bruce, Colin Clive.


http://filmfanatic.org/reviews/wp-content/uploads/2012/01/Journeys-End-Clive.png 
Colin Clive:
Es conocido principalmente por su interpretación del Dr. Henry Frankenstein en las películas Frankenstein y La novia de Frankenstein

Virginia Bruce: En activo hasta 1981 el mismo año en el que murió.
https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/f6/Virginia_Bruce_Argentinean_Magazine_AD.jpg

Y por fin llegamos al cine sonoro.  En esta ocasión nos presentan a una Jane rubia platino, aunque la peli sea en b/n se nota claramente que es rubia y guapa. En cuanto a Rochester, olvidan por completo su particular caracter sarcástico, y nos lo presentan comoun amable tio de Adele,. Quizá por no herir sensibilidades de principio de siglo. Esta es una versión más dulce, como por ejemplo, en el meollo del asunto Rochester no iba a cometer bigamia alguna de haberse efectuado el matrimonio creo recordar que casi consigue divorciarse sino se huebiese descubierto todo.  Dura apenas una hora y es curioso verla, aunque hay muchisimas partes inventadas, y parece que no son los personajes que recordamos del libro.

Actualmente está en Youtube subtitulada al castellano.